
Por otro lado, encontramos los problemas que tuvo con José Canalejas y Méndez, que no acabaron del todo bien. Un acto temeroso en el que salvó la vida, pero quizás un acto que le hizo perder la suerte que acompaña una sola vez, solo en este duelo casi más típico de la época del Romanticismo. Esa suerte le abandonó mientras miraba escaparates de la Librería San Martín y el Señor Manuel Pardiñas se le acercaba por la espalda causándole la muerte con tres tiros certeros.
La relación de estos dos magníficos oradores comenzaba cuando Canalejas solo tenía dieciocho y ya prodigaba su éxito tanto en la Universidad como en el Ateneo de Madrid, sin olvidar su labor periodística en publicaciones como “El Demócrata” y “El Heraldo de Madrid”, en este último caso ocupando incluso el puesto de Director. Aunque finalmente, acaba ingresando junto a Martos en el partido liberal, quizás el grueso de su relación se afianzó al formar parte de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación; ocupando ambos la presidencia de la misma en periodos diferentes. En 1878 el puesto recayó sobre Cristino Martos, mientras que el Señor José Canalejas y Méndez ocupó el puesto desde 1893 a 1894.
Será en el Madrid de 1930 cuando la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación vea la luz por primera vez de la mano de treinta juristas que soñaban con desarrollar el espíritu ilustrado y academicista.
Si buscamos entre sus miembros, y en su página actual podemos encontrar listados de miembros y presidentes clasificados por siglos, encontramos nombres tan importantes como José Moñino, o como seguro que nos suena más, el Conde de Floridablanca y Secretario de Estado con Carlos III. Será él su primer Presidente oficial y el que le otorgó (el 20 de febrero de 1763) la cédula que la reconocía como “Real Academia de Leyes de estos Reinos y de Derechos Públicos”.

Desde este momento, los nombres que ha recibido han sido múltiples y no será hasta la Regencia de María Cristina de Borbón cuando se produce de nuevo su unificación en una única identidad recuperando su robada autonomía; pero esta vez bajo el nombre de Academia Matritense de Jurisprudencia y Legislación. A partir de aquí, comienza un periodo de éxitos y grandeza para la Academia, pero los cambios históricos se reflejan en ella como las visiones de un espejo. Será con la llegada de Alfonso XII cuando recupere el título de Real, para luego perderlo en la Segunda Republica y recuperarlo de nuevo durante el Franquismo. Situación que, afortunadamente, no ha cambiado hasta el día de hoy.
(1) “Figuras y figurones”, por Ángel María Segovia. Subtítulo: “Biografía de los hombres que más figuran actualmente así en la política como en las armas, ciencias, artes, magistratura, alta banca, etc., etc., etc.” 2ª Edición corregida y ampliada. Tomo XIII. Madrid. Imprenta de Figuras y Figurones. Carrera de San Jerónimo, 49, 1881.
Texto en Cine y Literatura.
Texto en Cine y Literatura.
Buena entrada, Natalia. Saludos
ResponderEliminarJF
Gracias, espero poder seguir ofreciendo contenidos de este tipo.
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