Como con muchas otras cosas de nuestra vida cotidiana, al llegar un nuevo avance tecnológico pronto surgen los discursos apocalípticos que creen ver el futuro. Estas personas más pesimistas y que alarman al resto de la sociedad, predicen un futuro en el que la tecnología acabará con lo que conocemos hasta ahora, ya sea el periodismo, la música, la radio o incluso las relaciones sociales por el auge de las redes sociales.
Pero de lo que no se dan cuenta es que todas estas cosas tienen un adjetivo: tradicional. Lo tradicional sólo puede serlo para un momento de la historia. Según pasa el tiempo se queda atrasado y es necesario que surja un movimiento nuevo y contemporáneo. Al igual que el expresionismo o el impresionismo fueron desplazados por el postmodernismo y el arte conceptual en las artes plásticas, Internet viene como el nuevo campo en el que hay que cultivar las comunicaciones.
Ahora asistimos a una etapa en la que sólo hay quejas y lamentos. En la que las discográficas han dejado de ganar dinero con la venta de discos, por las descargas en Internet, y en la que los periódicos se creen morir por falta de lectores en papel. Pero deberíamos de hacernos una pregunta. ¿No será que nos hemos empeñado en que el modelo debe continuar en vez de dejar que evolucione como es natural? ¿No será que ahora es demasiado tarde para reaccionar?
Por suerte, hay gente que supo ver el futuro desde un punto de vista diferente al apocalíptico para entender la tecnología no como el enemigo, sino como un aliado o el inevitable camino. Éste es el caso de muchos amantes de la música y de la radiofórmula tradicional.
Al añorar los años en los que la radio actuaba como prescriptor de qué es bueno y qué es malo para ser escuchado, cuando los locutores actuaban como educadores musicales y podíamos conocer nuevos grupos semanalmente; esos amantes de la radio se han organizado para crear una radiofórmula renovada en la red.
Hubo un tiempo en el que Los 40 Principales emitían novedades cada semana sin cesar, un tiempo en el que no sólo había cabida para los “David Guettas” que aparecen continuamente. En esta emisora sonaban los éxitos del Brit pop (Oasis, Radiohead…) o grandes como Nirvana.
Para recuperar todo esto, han nacido proyectos de radios digitales por todo el mundo como son Pandora en Estados Unidos, Deezer en Francia o Yes.fm en España.
Pero sin duda, las más interesantes son aquellas que se diversifican y ofrecen algo nuevo. Es el caso de Goom Radio, que dispone de cientos de radios con dj´s emitiendo de diferentes estilos a los que puedes acceder, o Live 365 que se diferencia por ser una base de radios hechas por y para usuarios y valoradas en un ranking, lo que las motiva para mejorar y cada vez ser más prescriptores y educadores en el ámbito musical.
Dentro de nuestro país, destacan Last.fm y Rockola.fm (de Joaquín Guzmán) que en el estilo de la estadounidense Pandora, posee un sistema que permite ir conociendo nuevos grupos según nuestros intereses. En otras palabras, al introducir algo que deseas escuchar, la radio te busca una lista casi infinita de grupos que se parecen para que los puedas conocer. Gracias a este proyecto, nuestro conocimiento musical puede llegar a crecer sin límites.
Texto En Clave Musical.
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